Así como la Legislatura fue el ámbito del “divorcio” entre Juan Manzur y Osvaldo Jaldo aquel 8 de marzo, durante la elección del Defensor del Pueblo, la Casa Rosada promete ser hoy el escenario en donde se buscará sellar la reconciliación del matrimonio político, quizá más por conveniencia que por convicción. Pasaron 210 días entre un capítulo y el otro, con escenas y discursos potentes. Pero el conflicto que los enfrentó con uñas y dientes se resolvió tan imprevistamente que el flamante jefe de Gabinete de la Nación y el vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo buscan enviar gestos internos y externos que vayan acomodando todo lo que quedó desencajado en la interna. Apuntan a dar vuelta la página y trabajar en la gestión.
Todas las miradas tucumanas estarán puestas en lo que suceda durante toda la mañana en Balcarce 50. Manzur dedicará toda su agenda matutina para trabajar íntegramente para Tucumán, pero sin moverse de su despacho. Hizo viajar a las máximas autoridades gubernamentales de la provincia. “Lo que quiere es mostrar que él sigue al frente de la gestión”, analizó un legislador afín al médico sanitarista
A partir de las 8, el gobernador en uso de licencia recibirá a Jaldo, al presidente subrogante de la Legislatura, Sergio Mansilla, y al vicepresidente primero Regino Amado, quienes volaron ayer por la tarde a Buenos Aires. Según se informó, también asistirán a estos encuentros de trabajo los ministros Miguel Acevedo (Interior); Carolina Vargas Aignasse (Gobierno y Justicia); Gabriel Yedlin (Desarrollo Social); Eduardo Garvich (Economía); Rossana Chahla (Salud); Claudio Maley (Seguridad); Juan Pablo Lichtmajer (Educación); y Álvaro Simón Padrós (Desarrollo Productivo). Está previsto que también participen, entre otros, la secretaria General de la Gobernación, Silvia Pérez; la interventora del Instituto Provincial de la Vivienda, Stella Maris Córdoba; y el presidente del Ente Tucumán Turismo, Sebastián Giobellina.
Sin definiciones previstas
Con la fugaz partida a Buenos Aires, para tratar de apuntalar la gestión de Alberto Fernández y de Cristina Fernández de Kirchner, Manzur no tuvo las chances de dialogar con sus colaboradores más próximos respecto a esta nueva etapa de gobierno provincial. A 40 días de unas elecciones legislativas, con su otrora rival al comando de la provincia, con el peronismo reacomodándose, con dos años de mandato por delante y él a 1.200 kilómetros de distancia, se espera que haya lineamientos acordados, reglas de juego claras y gestos conciliadores de ambos sectores.
Según pudo averiguar este diario, los encuentros variarán en cuanto a la cifra de participantes de acuerdo con el tenor de los temas que se traten. Estas reuniones de trabajo se extenderán hasta pasado del mediodía. Incluso, fuentes del encuentro adelantaron ayer que se estaba planificando una reunión interministerial entre Nación y Provincia. “Se va a hablar de las gestiones y de la política para tratar de sacar beneficios para Tucumán”, agregaron.
Las fuentes consultadas aseguraron que no habrá definiciones en el encuentro de hoy. Desde que Manzur se mudó a Buenos Aires son muchas las versiones de pasillos sobre que se llevará a tal o a cual a trabajar junto a él. A su vez, aún está fresco en la memoria los pedidos de renuncias que lanzó el tranqueño durante la campaña. Hacia adentro es sabido que no está cómodo con todo el Gabinete que heredó, pero en el contexto actual está imposibilitado de actuar sin consenso.
Las mismas fuentes, a su vez, estimaron que estos encuentros entre Manzur y Jaldo comenzarán a ser habituales. Consideraron que no queda otra que mirar hacia adelante y trabajar. “Hay que pensar en lo institucional y en lo político, no queda otra. Ya no hay dudas. El que tenga dudas es porque se le cruzan las aspiraciones. Lo que nos interesa a nosotros es que le vaya bien a la provincia”, redondearon.
Esta será la primera reunión de trabajo planificada desde que el médico sanitarista y el contador están en sus nuevos roles, pero el segundo encuentro entre ambos. El primero se dio el lunes 20 de septiembre, luego de casi siete meses sin diálogo, en medio de una provincia convulsionada y sumida en la incertidumbre de no saber quién gobernaría.
Los funcionarios tucumanos dan por descontado que el Presidente será parte de algunas de las reuniones que se llevarán a cabo durante la mañana. El propio Jaldo confesó, días atrás, que si algo podía rescatar de las fuertes tensiones que hubo por la conducción del Poder Ejecutivo fue el canal de diálogo que se abrió con Fernández. Desde entonces quedaron en acordar un encuentro. La foto de los tres nuevamente juntos sería el gesto muy valioso para sellar el reencuentro de las cabezas tucumanas y bajar la espuma ya que abajo quedaron cientos de “compañeros” heridos.
Dos que debutan
El traslado masivo de autoridades a la Casa Rosada volverá a tener un fuerte impacto institucional en Tucumán. Sin Jaldo, Mansilla ni Amado en la provincia, la legisladora republicana Sandra Orquera (vicepresidente segunda de la Legislatura) es quien sigue en la línea de sucesión. Desde ayer quedó a cargo del Ejecutivo, aunque hoy asumirá formalmente este rol.
En diálogo con LA GACETA, Orquera dijo que tiene previsto ocupar el despacho de la Casa de Gobierno desde las 7.30 para interiorizarse de la agenda oficial. “Pasás por todas las sensaciones. Tengo un poco de incertidumbre, pero también una emoción linda. Soy la primera gobernadora de la provincia. Serán unas cuantas horas y no quedó ningún ministro”, explicó.
La Cámara también tendrá una nueva autoridad por algunas horas. Sin los integrantes de la mesa de conducción, dicha responsabilidad recaerá en el legislador Javier Morof. Las fuentes consultadas explicaron que esto se debe a que el parlamentario preside la comisión de Asuntos Constitucionales e Institucionales, comité de mayor jerarquía en el ámbito legislativo.
Poder Ejecutivo: Jaldo quiere saber qué margen de maniobra tendrá
Debido al escenario desencajado que dejó la interna peronista y el imprevisto desenlace que tuvo, Juan Manzur y Osvaldo Jaldo acordaron consultar y consensuar cada una de las decisiones que se tomen en lo político y en lo institucional. Por este motivo es que el mandatario interino necesita saber cuánto margen de maniobra tendrá para gobernar y poner su impronta en la gestión. Hasta aquí se ha respetado a rajatabla lo acordado. Ha ratificado a todos los miembros del Gabinete de la provincia, a pesar de haber lanzado duras críticas y hasta haber pedido la renuncia de dos de ellos: Claudio Maley y Juan Pablo Lichtmajer. Jaldo se ha ido interiorizando sobre la situación en cada ministerio desde que llegó al PE. Ahora espera poder ajustar algunas cosas.
Obra pública: una apuesta fuerte por las viviendas sociales
La interventora del Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano de Tucumán, Stella Maris Córdoba, también formará parte de algunas de las múltiples reuniones que se llevarán a cabo en la Casa Rosada. Referentes del oficialismo remarcaron que la ex legisladora encabeza un área neurálgica de la gestión, la cual estiman que se beneficiará ampliamente por el arribo de Manzur a la Nación. Días atrás, Córdoba mantuvo una reunión con Jaldo para ponerlo al tanto respecto a la situación en la que se encuentra su oficina. Ante la prensa, comentó que en la provincia hay 1.425 viviendas en obras y que desde que asumió, en 2019, entregó 903 casas. Señaló también que tienen proyectos en el marco del plan nacional de 3.600 casas para la provincia.
Gestos necesarios: las cabezas se arreglaron, pero abajo quedaron heridos
Quizá más por necesidad que por convicción, Manzur y Jaldo deben enviar gestos políticos que repercutan externa e internamente. Tucumán quedó en el centro de la escena desde el desembarco del gobernador como mano derecha de Alberto Fernández en una momento muy duro de su gestión. Todo el país tiene los ojos puestos sobre la provincia, por lo que no hay margen para conflictos internos. A su vez, la imprevista resolución de la interna provincial dejó cientos de “compañeros” heridos, especialmente en el ámbito territorial. La dirigencia apostó todo en las PASO con miras a 2023, y con los cambios impensados hay quienes quedaron muy expuestos. Dentro del manzurismo, a pesar de los acercamientos que hubo y de las declaraciones conciliadoras, persiste la sensación de horfandad y de cierta desconfianza hacia el nuevo rol de Jaldo.
En campaña: definiciones sobre cómo será el trabajo para noviembre
Otro de los puntos clave a desarrollar en las reuniones de hoy será comenzar a acordar cómo se trabajará de cara a los comicios legislativos del 14 de noviembre. El Frente de Todos cosechó casi medio millón de votos durante las PASO, y el compromiso es al menos sostener esa marca que le garantiza dos bancas en el Senado y dos en Diputados. Sin embargo, hay varias dudas al respecto. Por un lado, quién será el jefe de campaña. Hay quienes estiman que habrá un doble comando, a pesar de que Manzur se haya mudado a Buenos Aires. También se debe definir cómo hacer para que los votos que le llegaron al jaldismo como producto de la interna, en contra de Manzur, no se fuguen hacia otros sectores. Jaldo se comprometió a trabajar fuertemente en lo territorial para fidelizar esos votos.
Por la foto: dirigentes tucumanos confían en una reunión con Alberto
Desde el 21 de septiembre, los 1.200 kilómetros que separaban a Manzur de Alberto Fernández se transformaron en tan solo una puerta. Con los despachos uno al lado del otro en la Casa Rosada, para algunos funcionarios que participarán de los encuentros de hoy resulta casi impensado que el Presidente no se haga presente en alguna de las reuniones. Además, Jaldo había acordado telefónicamente visitarlo en cuanto tuviera oportunidad. Remarcaron que esta cercanía con el mandatario de la Nación le abrirá muchas puertas a Tucumán y le permitirá agilizar los trámites para ser beneficiada con obra pública. Hay dirigentes que consideraron que una fotografía de Fernández junto a Manzur y a Jaldo sería muy beneficioso para calmar las tensiones que obligadamente tuvieron que volverse subterráneas. ¿Accederá el Presidente?
Orquera en el PE: la bussista apuntó contra el intendente Alfaro
Como consecuencia de la cumbre en la Casa Rosada, la legisladora Sandra Orquera (Fuerza Republicana) estará hoy a cargo del Ejecutivo. Y esta novedad provocó coletazos políticos, en las vísperas del inicio de la campaña electoral. El intendente Germán Alfaro salió con los tapones de punta y desafió al bussismo para que eche a Maley de su cargo.
Orquera, en diálogo con este diario, reprochó los dichos del jefe municipal y lo acusó de engañar a la sociedad ya que el tiempo que ella estará como gobernadora será muy escaso. “Te da un poco de bronca porque no es momento para chicana política. Serán un par de horas, mucho no podés hacer. Tampoco voy a tener quién me firme un decreto. Son chicanas porque, evidentemente, entró en campaña. Hay que ser más serios con esto. Él está siendo poco serio”, manifestó.